2024
Noviembre - Stanhopea wardii
Stanhopea wardii, conocida popularmente en Costa Rica como "torito," es una orquídea fascinante que se distribuye desde México hasta Venezuela. En Costa Rica, habita en los bosques húmedos y pluviales de la Cordillera de Talamanca, el Valle Central y la Cordillera de Guanacaste, entre los 400 y 1500 metros de altitud. Florece de septiembre a noviembre, desplegando grandes flores de pétalos y sépalos amarillo o amarillo anaranjado, con distintivas manchas púrpuras. Su labelo le da el nombre popular, con formas que recuerdan los ojos y pequeños cuernos de un toro.
Sus flores son muy aromáticas pero de breve duración. En una parte del labelo llamada hipoquilo, se producen las fragancias que atraen a las abejas euglosinas, conocidas también como abejas de las orquídeas. Los machos de estas abejas recolectan estos aromas, y al entrar en el labelo para recolectar el perfume, suelen resbalar hacia la columna, donde se adhiere el polinario. Esta extraordinaria relación entre Stanhopea wardii y las abejas euglosinas refleja la complejidad de las interacciones en los ecosistemas tropicales y destaca el valor de la biodiversidad que debemos proteger.
Octubre - Cattleya Dowiana
LA REINA DE LAS ORQUÍDEAS, o la "Guaria de Turrialba", como se le conoce mejor en su natal Costa Rica, ha sido durante mucho tiempo considerada como una de las especies más bella de todas las Cattleyas y muchos autores incluso la han llamado "la flor más hermosa del mundo".
El nombre común que se ha dado a esta planta es “guaria de Turrialba”, sin embargo este término es siempre reducido a “guaria Turrialba” de forma coloquial por los habitantes de la zona.
Septiembre - Barkeria lindleyana
Barkeria lindleyana, conocida popularmente en Costa Rica como "15 de septiembre," es una orquídea cuya floración alcanza su máximo esplendor en el mes de septiembre, coincidiendo con la celebración de la independencia del país.
Esta orquídea, de coloración morada y flores vistosas, crece de forma abundante en entornos urbanos, pero su distribución está limitada a algunos poblados al sur de San José y al oeste de Cartago. Su vibrante belleza la ha convertido en un símbolo característico del mes de septiembre.